Frase de la semana

Frase de la semana:
“En este mundo traidor

nada es verdad ni mentira
todo es según el color
del cristal con que se mira”
Ramón de Campoamor.

domingo, 3 de abril de 2011

El líder ideal





Ante todo, el liderazgo no es una forma de manipulación. Según la Real Academia Española, manipular es “// 3. Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros […] con distorsión de la verdad o la justicia”. La figura actual del líder ya nada tiene que ver con las viejas concepciones del pasado, que consideraban válidas las formas autoritarias y algo teatrales de algunos individuos.
 

Después de mucho andar en el terreno de las organizaciones, y con muchas oportunidades de observar, analizar y teorizar acerca del liderazgo, hoy se concibe al líder como una persona ética, ante todo, ya que una característica esencial es su tendencia a pensar en el bien común antes que en el personal; razón por la cual se aleja de protagonismos inútiles y es más colaborativo.

Por lo mismo, podemos definir al líder como un guía, alguien capaz influir primero en sí, y después, en quienes lo rodean, orientado a producir un efecto y contribuir a que algo ocurra, pero con absoluto respeto por el otro.

Asimismo, para tener influencia es imprescindible contar con la autoridad moral necesaria que abre las puertas del respeto, la admiración y el aprecio. No es posible influir en otros si no se cuenta con la aceptación necesaria. Sólo podemos llegar a “tocar” el pensamiento o el corazón de otra persona cuando se nos permite entrar; sino, sólo existe un muro infranqueable.

Únicamente los individuos que se respetan a sí mismos, que conocen sus habilidades y flaquezas, y que son fieles a sus ideas, son capaces de generar ese vínculo sutil con otros, ese lazo invisible que es la influencia. Porque, para poder intervenir en el desarrollo de los demás, debemos estar involucrados activamente en el nuestro.

Un líder practica, consciente o inconscientemente, ocho hábitos esenciales aplicándolos primero en él y luego en las relaciones que entabla. Esta es la clave de la congruencia, que es la base de la credibilidad y la confianza. Las acciones a las que me refiero son: escuchar, participar, modelar, valorar, esperar, brindar –recursos-, confiar y ser entusiasta.

  • Escuchar es reconocer que el otro existe, y que le ocurren cosas; es darle importancia.
  • Participar representa estar abierto a los demás, a sus ideas.
  • Modelar es actuar como modelo de lo que se espera; hacer primero uno, lo que se considera que deberían hacer todos.
  • Valorar es manifestar a los otros, con palabras y acciones, que son importantes y necesarios.
  • Esperar implica hacer saber a los demás que consideramos que pueden cumplir con la tarea asignada, que son capaces.
  • Brindar recursos, involucra todos los elementos necesarios, y más, para realizar las tareas solicitadas; poner a disposición lo que se requiera.
  • Confiar es creer en se hará aquello que se requiera de la mejor manera posible.
  • Ser entusiasta significa encarar la actividad con entrega y dedicación, con alegría y esperanza.

El liderazgo es más que un hacer, es también un pensar y un sentir, todos integrados en una forma de ser.

FLC

Quino










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