Es la comunicación que fluye desde los subordinados hacia los mandos medios y superiores (política de puertas abiertas, plantear problemas, charlas informales o reuniones de carácter formal -juntas, exposición de resultados parciales- y buzón de sugerencias).
Su buen funcionamiento es esencial, porque influye en los empleados y les permite percibir un interés real de sus superiores hacia ellos; esto ayuda a disminuir las presiones de trabajo y la tensión en las relaciones interpersonales, facilitando la integración y el trabajo colaborativo.
Es de vital importancia porque proporciona retroalimentación acerca del progreso hacia las metas y revela problemas incipientes. Además, permite a los directivos captar ideas de los empleados sobre cómo pueden ser mejoradas las tareas y procesos.
A pesar de su gran potencial, la comunicación ascendente aún no está instalada entre los hábitos de las organizaciones. Muchos directivos suelen percibirla como una amenaza a su autoridad, por la percepción (real o exagerada) de las diferencias de status creadas o las normas sociales de conformidad en el trabajo.
Una mayor estimulación a la comunicación ascendente resulta imprescindible en circunstancias en que el conocimiento está disperso por toda la organización y muy pocas personas tiene una visión completa de los problemas existentes y las posibles soluciones.
Recomendaciones para la presentación de propuestas como forma de comunicación ascendente
• Considerar el formato inicial de presentación.
• Hablar el lenguaje de la organización.
• Considerar diferentes bases de argumentación.
• Presentar las conclusiones al inicio.
• Ser breve.
FLC
Quino
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